Matar a uno en Alicante

Tener trece años es humillante, sobre todo si eres un chico normal. No sólo es humillante para ti, sino también para la gente que te quiere, lo cual lo hace doblemente humillante. O quizá la mitad. Algo así debieron pensar el chico y sus padres, supongo. Al salir del colegio por la tarde, dos gitanos […]