Puntos de restauración
A veces es difícil viajar en el tiempo mentalmente, intentando meterte en la piel de tu “yo” del pasado con la intención de volver a
Luma Rajeh Orobitg nació en Valencia, en marzo de 1979. Los meses que vivió en los años 70 fueron una auténtica locura, junto a su inseparable biberón y un peluche de Mafalda. Después de aquellos días de despreocupada felicidad, todo le ha ido cuesta abajo y sin frenos hasta hoy. Realmente no se llama Luma, se llama Luis Manuel, el Lu, viene de Luis, y el Ma, de Manuel. Lo podrían haber llamado Luisma, pero eso estaba y sigue estando, muy visto, así que mucho mejor llamarle como a una marca de candados. Siempre le ha gustado contar cosas, pero nunca se le ha dado bien concretar, así que le gusta coquetear con cualquier formato. Actualmente, mientras pone un plato de comida caliente encima de la mesa gracias a su trabajo como vendedor de electrónica en una gran superficie, se dedica a ser actor, guionista, director de cortometrajes, vocalista en una banda de rock, y escritor de textos que por regla general, se quedan cogiendo polvo en discos duros. Todo esto entre unas comillas tan grandes, que no cabrían en ningún servidor, porque si se dedicase a cualquiera de estas disciplinas con algo de tino, igual ya sabrías quien es… y no es el caso. Tiene alguna selección (no muchas, no os vayáis a pensar) y hasta un premio (uno solo), por alguno de los cortos que ha escrito o protagonizado. ¡Ah! Y una vez ganó una maqueta de la Enterprise firmada por Marina Sirtis, por escribir un relato corto de Star Trek. Cree haber vivido alguna que otra experiencia paranormal, y no sabe montar en bicicleta, aunque en el viaje de fin de curso consiguió convencer a mucha gente de lo contrario.
A veces es difícil viajar en el tiempo mentalmente, intentando meterte en la piel de tu “yo” del pasado con la intención de volver a
Lo que aquí os voy a contar es el resultado de unir distintos testimonios sobre lo acontecido la noche del 24 al 25 de agosto
Mi abuela era de ese tipo de personas que cuando estás haciendo algo susceptible de ser peligroso te decía: ¡Te vas a caer! Y en
“No le ocurre nada a su televisor, no intente ajustar la imagen. Ahora somos nosotros quienes controlamos la transmisión. Controlamos la horizontalidad y la verticalidad.
Mientras Ramón y sus colegas pululaban por el videoclub, yo fingía estar sumido en mis tareas. Con un ojo miraba una a una las películas
Lo tengo que reconocer, yo también creí (como mucha gente antes que yo) que el camino hacia la autorrealización, la senda que me podía llevar
A veces uno se encuentra en la vida con casualidades. Algunas personas creen que se trata realmente de señales, de disposiciones cósmicas de un destino
El ser humano siempre ha tenido la inquietud de volar. Ahí están los bocetos de Da Vinci para dar fe de ello. Esas películas mudas
Veamos. Hagamos inventario: Carpeta llena de dibujos Bolsa de plástico del supermercado Caja de brandy, reserva, Gran Duque de Alba (sin la botella dentro) Despertador
Allí me encontraba yo, intentando tomar una trascendental decisión: ¿Quién se vendría conmigo esa tarde? ¿El pack de yogures griegos o el natural sin azúcar?
Sin duda, hay un misterio sin resolver en la historia del cine fantástico reciente. No hablamos de las inquietantes muertes que acontecieron tras el rodaje
Recuerdo cuando regresábamos al colegio después de unas “merecidas” vacaciones y la profesora te decía que hicieses una redacción sobre lo que habías hecho durante